Sobre la importancia del juego en la enseñanza

Liceo Franco-argentino
Por Sebastián Begna
Profesor del Área de Deportes

Algunas ideas y reflexiones acerca del valor del juego como actividad compleja en la tarea de enseñar. Una nota realizada desde la óptica de la Educación Física, un área desde la que se acostumbra a tomar el juego muy en serio, en la que los docentes asumen como todo un trabajo el juego de los chicos.

Equipos, aros, reglas, bastones, defensa, bolsitas, ataque, pelotas, mancha, sogas, salvador, etcétera, etcétera y etcétera: se trata de palabras que por sí solas y en la forma aleatoria en las que suelen escucharse no tienen ningún sentido. Pero si las unimos en diferentes oraciones veremos que componen parte del léxico a utilizar en una clase de educación física, deportes, o simplemente en alguna actividad lúdica. Por ejemplo si decimos: "formen dos equipos, uno será el de defensa, el otro será el de ataque...", o proponemos: "hoy vamos a jugar a la mancha aro y Fulanito será el salvador..." aquellas mismas palabras formando estas frases cobran un sentido, ya que están guiando a los alumnos a realizar una actividad que los llevará a compartir con otros la compleja y provechosa tarea de JUGAR. Ésta, que para algunos no tiene relevancia, para nosotros es tanto o más importante que cualquier otra actividad en el ámbito escolar.

Sabemos que el juego es una actividad fundamental para el niño; es en esta etapa de la vida en la que, merced a su permeabilidad hacia el mundo que lo rodea y a su amplio poder de asimilación, se encuentra más apto para incorporar ciertos conceptos que le serán de mucha utilidad en las etapas siguientes. E1 juego es un medio privilegiado del que dispone para realizar esta captación de la realidad. Es a través de él que pasan todas sus vivencias, y surgen así la valoración, la competencia, la diversión, y tantos otros aprendizajes y experiencias. En el módulo 6 de la Capacitación Docente para la Ley Federal de Educación se lee:

"... en este proceso de evolución constructiva, el juego ocupa un lugar fundamental en la interacción de la persona con su medio, físico o no. El juego involucra, en una relación dialéctica permanente entre él y la naturaleza, entre él y los otros..."

Así como el juego es el medio para los alumnos, para nosotros los docentes es una herramienta de trabajo que nos brinda la posibilidad de enseñar un concepto, una regla, una técnica o una estrategia. El juego tiene además la capacidad de permitirnos unir en una misma actividad distintas técnicas, estrategias, reglas o conceptos.

Debemos tener en cuenta que el juego debe cumplir con varias premisas:
ser adecuado y adaptado para las distintas edades y/o grupos de trabajo; contar con reglas mínimas y de fácil interpretación; agilizar la resolución de situaciones problema; beneficiar la agilidad y movilidad individual y grupal; poseer espontaneidad y dinamismo.

Existen diversas e innumerables variantes con respecto al juego propiamente dicho. En principio el juego puede ser individual o grupal; pero existen además juegos de persecución, simbólicos, competitivos, reglamentados, con material, sin material, específicos basados en un deporte, de cooperación, entre otras muchas variantes. Es a través de este último subgrupo, los juegos de cooperación o cooperativos, que procuramos que los alumnos del Liceo Franco-argentino (que es una Cooperativa de Trabajo) conozcan y aprecien los valores del cooperativismo y la solidaridad, asumiendo comportamientos cada vez más responsables y comprometidos con el ideal de cooperación que define el espíritu del proyecto institucional. Es casi indiscutible a esta altura la predominancia en la sociedad (y por ende en muchos de los hogares de nuestros niños) de conductas y prácticas individualistas, que poco o nada tienen que ver con el bien común. Por esa razón es que desde el juego también intentamos con ahínco reafirmar y poner en práctica esos conceptos.

Procurando ser coherentes en la práctica con lo que expresamos, hemos comenzado una reestructuración en las clases de educación física, en principio agregándole más módulos semanales (mayor carga horaria para los espacios propiamente lúdicos), uno por la mañana y otro por la tarde (el último con el rótulo de "Deportes"), además de un módulo destinado a la expresión corporal, vinculada más con la expresión física del arte. La cantidad no hace a la calidad, pero de una cosa estamos seguros, la calidad y la eficiencia del trabajo acelera y fortifica la capacidad de desarrollo evolutivo que los alumnos demuestran. Con todo esto queremos brindar la oportunidad de que aprendan jugando, que jueguen para aprender; que el juego además de un divertimento sea un canal de comunicación.

No hay nada más satisfactorio que enseñar a alguien aquello que realmente quiere aprender. ¿Y qué chico no quiere jugar?

El juego como medio de integración

La actividad lúdica no sólo nos sirve como herramienta para enseñar, para fomentar la diversión, para que su utilización se transfiera al plano intelectual; el juego es también una forma de integrar social, intelectual y afectivamente a personas con capacidades especiales, mal llamados discapacitados. En el Liceo tenemos la satisfacción de contar con esta responsabilidad: integrar a alumnos con capacidades especiales. En lugar de que concurran a la escuela solamente un par de horas (como suele hacerse), asisten con asiduidad a los distintos estímulos, los cuales favorecen su desarrollo motriz, permitiendo esto paulatinamente una mayor participación en las actividades y favoreciendo un desarrollo motor acorde al desarrollo intelectual al que en forma predominante se apunta en la vida escolar.

La mejor forma de aprender y comunicarse es a través del simbolismo de los juegos en forma grupal e individual, de esta manera también se puede adaptar el juego para que todos tengan el mismo grado de participación y colaboración. Es muy satisfactorio para el docente poder observar la evolución motriz que tienen estos alumnos, el grado de integración con sus pares y la colaboración - que se da en forma prácticamente espontánea- demostrada hacia los alumnos con capacidades especiales.
Realmente es un placer ejercer la docencia cuando, como ocurre en esta institución, situaciones como las descriptas forman parte de la vida cotidiana, haciendo tan gratificante la a veces tan difícil tarea de enseñar.